Tras salir moderadamente de fiesta, sufrí toda una odisea a la hora de volver a casa. Os cuento: -Primero ocurrió que esperando el autobús en un cruce, que me conduciría de Carabanchel a Cibeles y de ahí a mi casa. Perdí 2 veces el susodicho autobús, puesto que primero hice corrí hacia la parada que no era, y después, jugándome la vida al cruzar, el autobús se fue dejándome en tierra. Al final pude coger otro situado en el otro extremo. -Una vez en el autobús que me conduciría a casa pude observar que efectivamente Samhain es el día en que el inframundo se fusiona con el mundo de los vivos: Aglomeraciones de gente, grupitos de borrachos demacrados en fase terminal, coches policía haciendo un rosario de luces azules en varias calles y lo mas peligroso de todo: grupitos de niños pijos borrachos... ...Pero la palma se lo lleva la chica rubia gorda que borracha y entre risas intentaba parar los coches de la carretera poniéndose en medio del carril y levantando las manos creyé