LA POLÉMICA DE INSTRUCCIÓN PAPAL SOBRE LAS CENIZAS DE LOS DIFUNTOS...

...Y su plan de actuación.
(Por que cansa repetir las cosas)

Yo no soy católico pero estoy a favor de la opinión del Papa Francisco. Usar los restos de un familiar tuyo como parte de la decoración de la casa, me parece de muy mal gusto y bastante insensible. Transformar a tu madre, padre, hermano, hijo, hija...etc. En un mueble ornamental... Es muy gore. Sobre todo si se da ese momento en que la urna se cae y las cenizas se vierten. Respirar ese polvo o recoger dichos restos con un aspirador o escoba como si fuera pelusa o pelos desechados... Es muy insensible.

Otra cosa es que tengas una parte de la casa dedicada a una función espiritual: una capillita, un mausoleo, una hornacina, un altar...etc. Puesto que esas partes, intimas, de las casas no están al acceso de cualquier visitante (o al menos no deberían).

También, el hecho de esparcir cenizas en la naturaleza me parece de muy mal gusto. Primero por que el propio aire que esparce las cenizas hace que respires y te envuelvas en las propias cenizas (por que el aire no es un arroyo de agua, que va solo en una dirección y en linea), segundo por que puede darse el caso de, por ejemplo, estar de merendola o picnic en el campo y que esa ráfaga de «polvo de muerto» de alguien que no conoces en absoluto, caiga sobre ti y tú comida. 

También el caso romántico de enterrar en la naturaleza salvaje la urna biodegradable. Para que todo aquel que esté paseando, y que por la acción de la erosión o de los propios animales curiosos, la encuentren semidesenterrada, para reconforte visual o exposición a la merced de lo que quieran hacer quienes lo encuentren. Interesante seria el caso de que un niño pequeño se topase con ella, a ver que sucede. A parte de que el propio acto de enterrar una urna en la naturaleza, supone alterar la propia naturaleza.

Añadir también, que el cuerpo humano contiene sustancias tóxicas como el plomo o mercurio, que pueden ser muy contaminantes o dañinas para el organismo humano.

¿Tan especial somos que no podemos enterrar los restos en un lugar determinado para ello? Llamemoslo: Cementerio civil, camposanto cristiano, jardín funerario...etc. ¿Tenemos que ir de rebeldes, especiales, indies hasta este extremo? ¿Tanta necesidad tenemos de demostrar nuestras calamidades a los demás, como si esperásemos su aprobación por hacerlo, en lugar de ser introspectivos e interiorizar dentro de nosotros las cosas que nos son importantes? ¿No podemos enterrar los restos de nuestros seres queridos, que tenemos que enseñarselos a todo aquel que pase?

A la gente no le importa tu duelo. No lo conocen ni están implicados en él. Deja a los muertos que descansen en paz. Vive. Sepárate de la muerte. Polvo al polvo. Y recuerdalos debidamente, de vez en cuando. 

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