NO SÉ SI SERÁ EL CALOR O LA LLAMADA CRISIS DE..

... los 30, pero estos últimos meses estoy teniendo una serie de encuentros conmigo mismo en los que analizándome y analizando mi entorno he descubierto una serie de factores, procesos y sentimientos entremezclados, dentro de mi mismo, como una pelota de plastelina que necesito limpiar y diseccionar.

Me falta muy poco para cumplir la media vida, y lo cierto es que a día de hoy me siento como si tras todo lo que he intentado y trabajado no hubiera valido para algo. Siempre he luchado por mi supervivencia de la forma más honrada posible, me he comportado con mis amigos como un buen amigo y he hecho todo lo que tenia que hacer ¿De que se supone que me ha servido?. A día de hoy, si tuviera que hacer la psicostasía ¿Qué tendría en mis manos para exigir recompensa?. 

Luché toda mi juventud por sacarme el graduado, y cuando lo conseguí tuve que celebrarlo solo. Luché por cumplir mi sueño de sacarme el bachiller y acabó con una gran traición. Luché por conseguir el título en la profesión que amaba y fue como si a nadie le importara. Ahora vuelvo a enfrentarme al reto de volver a estudiar un sueño: quiero entrar en la universidad para estudiar Antropología y ahí esta el temor de abrir de nuevo la puerta de un camino, que es más largo, arduo y difícil que los anteriores ¿Servirá de algo tanto esfuerzo?. Siempre he querido aprender, solían hablar de mi gran imaginación, pero en las notas pasar del 7 era complicado. He descubierto que mi problema radica en que quiero ir a la escuela para aprender, no para ganar dinero.

Soy una persona rara, no necesito que me lo digan, me basta con mirar mi reacción y la del entorno ante una situación para saberlo. He vivido toda mi vida según mis convicciones: Si una moda no me gustaba, no la seguía; Si alguien no me caía bien, no me juntaba con esa persona; Si algo estaba mal, no lo hacia. No diré que soy un santo, puesto que alguna vez me he manchado. Pero es como si hubiera una norma social, una norma clave y fundamental, que rigiera toda la sociedad, de la cual no me hubiera enterado, y que daría explicación a todo eso que no logro comprender de mi entorno. Por lo visto soy una persona horrible, o así al menos me siento, por ser honrado, sincero, inteligente, bienintencionado ¿Quien es capaz de querer a alguien así? Tan sólo una persona con mucho estómago.

No he tenido una vida fácil, aunque sí una infancia feliz. Echo en falta esa sensación. Todavía me acuerdo de ese momento que tuve hará un año, en la que tuve que sentarme en un columpio a almorzar ya que los bancos del parquecito estaban manchados. Que extraño fue aquello. Sentarme en aquel siento móvil fue como si me hubiera puesto sombreros en lugar de zapatos. Me acordé, transportándome a ese instante, hará más de diez años, de que jugaba columpiándome a gran altura y velocidad, hacia delante y hacia atrás, intentando cada vez llegar más alto. Y llegado un punto, liberarme, y por unos instantes era pájaro y aterrizaba sin mayor contratiempo en el suelo. Y luego volver a columpiarme de nuevo. Cuando terminé de almorzar, tuve ganas de volver a columpiarme, pero tenia sombreros por zapatos.

No soy una persona de quejarme, soy de aceptar o contractuar. No sé pedir dinero, sé trabajar para ganármelo. La manipulación de las personas me es una labor imposible, no sé hacerlo. Sé explicarme debidamente, pero eso no gusta. Cuanto envidio a aquellas personas que saben sonreír mientras afilan el puñal que saben en que zona de la espalda van a clavar; A esas cabezas de chorlito, que con su incompetencia provocan el caos, y quedan impunes gracias al alegato de sus morritos y ojitos lagrimosos, que a la vuelta de la esquina cambian sin esfuerzo por su cara de siempre. Cuantas veces me habrá pasado que al advertir de una tragedia de forma seria, he sido la primera victima... Ni yo comprendo al mundo, ni el mundo me comprende a mi. Y como el mundo es mi entorno, el que pierde, pierde, pierde, pierde, se queda sin nada. Yo.

Gran ejemplo del de Icaro, que se las ingenió para salir volando de su prisionera torre sin más combustible que el de su sueño de libertad. Todos sabemos como acaba. 
Que cansalma es la frasecita de: «sigue tus sueños». Qué fácil lo pintan todo. Que pronto se acaba la sesión de asesoramiento cuando respondo: No tengo dinero. Algunos alegan entonces, tirando de la ley de compensación (la cual dice que no puede haber algo bueno sin algo malo antes), que busque un trabajo para conseguir dinero, y entonces respondo: Llevo 5 años buscando trabajo sin éxito, puesto que cada vez los estandares de admisión para el puesto son más complicados y absurdos. -¿Pero has echado CV en tal sitio?-.-Sí-.¿Y en este otro sitio?-.-Sí-.-¿Y has probado en X sitio?-.-Sí-.-¿Y en...?-.-Sí-.-Quizás deberías probar a echarlo en esta empresa-.-¡Oh cielos no se me había ocurrido echar curriculum en esa empresa tan famosa y que tanto se anuncia por televisión de que contratan multitud de gente!. Sí, lo hice-.-Bueno deberías probar a echarlo en algo que no es lo tuyo-.-Ya lo hice-.-¡Sigue tus sueños!- Y es entonces cuando se levanta de su puesto de trabajo de por vida asegurado, y hace tiempo hasta que decides irte.

Soy creyente. No sé si por tradición, por condición humana, por romanticismo, por revelación o por necesidad de amparo. Pero a día de hoy sé que si Dios no me ayuda, nadie lo hará.

Fe, Caridad... 
Me falta algo.

Comentarios

Entradas populares de este blog

PUTA GLOBALIZACION...

HOY OS VOY A MOSTRAR, LO QUE PARA MI ES...