EL DRAMA DE COMPRAR...

...Calzoncillos.
Por que es todo un drama comprar ropa interior masculina.


El mundo de la costura esta plenamente hecho y desarrollado para vestir a la mujer, no al hombre. Lo que se refleja no solo en la vestimenta exterior, si no también en la interior.

Por ejemplo, los sujetadores varían en su diseño, a parte de con el estampado. con telas, rellenos, medidas de ancho, tallaje de copa...etc. Sin embargo los calzoncillos tan solo varían, además de su estampado, en su forma y talla de cintura. Como si aquello que resguardasen no fuese importante o todos la tuviéramos igual.

Hay tíos que tienen tanto los  como el «plátano» recogidos o menuditos, lo cual no supone un problema la copa de cualquier calzoncillo. 

Pero los hay que tienen el "plátano" desarrollado (aunque de flojo sea pequeñito) lo que hace que no se conforme con cualquier calzoncillo, por que puede pasar que al hacerse el «plátanito» un «pepinote» la falta de espacio forme una especie de palanca que haga que la tela tire y duela, o que no se pueda caminar bien, o lo que es mas grabe: que el «pepinote» quede torcido de por vida (Digamos que al crecer el "pepino" va buscando hueco por donde expandirse). 

También hay tíos cuyos «kiwis» por su tamaño son más bien «mandarinas», con el problema de que si el calzoncillo no tiene buena copa los aplasta y por consiguiente llevar la prenda significa dolor. Un dolor que no se pasa al rato (puede durarte perfectamente un día) e incluso ocasionar vómitos o mareos.

Otros en lugar de tener los «kiwis» recogidos los tienen más bien colgones. Lo que hace que no puedan llevar ropa interior holgada puesto que al correr o subir escaleras, empiezan a jugar, sin pretenderlo, al ping pong con las «pelotas» usando los muslos como raquetas.

Con esto pueden darse varias combinaciones: Tíos con «mandarinas» y «platanito», tíos con «kiwis» y «pepinote», tíos con «mandarinas» colgonas y «platanito» que se hace «pepinote»... etc. Un sin fin de combinaciones que los diseñadores reflejan en calzoncillos de forma genérica. 

No hay un tallaje de copa calzoncillera. Tan solo disponemos de la medida de la cintura y diversos formatos que seguramente, tras la estética, sirven con algún propósito ergonómico de albergar determinados «huéspedes», pero que ningún tío comprende. 

Los hombres aprendemos cual es nuestro calzoncillo a través de la experiencia, la dolorosa experiencia. (Aquí muchos lectores varones se habrán cansado de asentir mientras leen esta entrada)

Lo peor de todo es que cuando uno va a comprar calzoncillos, no se pueden devolver (¡Y me alegro ¿Eh?!). No os imaginais la cantidad de calzoncillos sin usar que tengo guardados en un cajón, por que los compras pensando que son tu talla y al llegar a casa resulta que no lo es. Eso si no decides probarlos y estrenarlos cuando sales de casa y volviendo como un Bee Gees.

No soy un fetichista de calzoncillos pero considero que un hombre empieza a vestirse desde dentro. Todavia tengo la imagen de un chaval, con un cierto aire de triunfador, que en una ocasion en que estando sentado a mi lado se levantó dejando al descubierto la parte superior de sus calzoncillos, los cuales, además de tener unos colores horrorosos: gris humo y morado, estaban descosidos de la marquesina la cual gritaba ¡MARCA BLANCA Y BARATA DE AUCHAN!. Eso me hizo concienciarme del impacto que pueden tener y lo importante que son unos buenos calzoncillos.

Toda esta charla por que el otro día fui a comprarme unos calzoncillos al Primark cuyo modelo tenia controlado que me valian confortablemente. En esto que estoy buscándolos por la zona y preguntando a una chica (Que no era la encargada de la sección) me indica que el modelo que yo busco ya no lo tienen.

Así que empiezo a mirar para comprarme unos calzoncillos (por que necesito renovarlos claro) Cada modelo es más horrible que el anterior y a lo mejor de un paquete de 5 solo 1 me gusta: Paso de calzoncillos negros coce-huevos que me parecen horrorosos, como de latin lover; Y paso aun más de calzoncillos de color lila, con rayas naranjas fosforitas, grises, negras, azul petroleo y demás combinaciones con estos colores. Poco a poco me voy metiendo en una odisea. Por que la marquesina con la que se hacen los calzoncillos ahora (y me refiero al elástico anchote en el que aprovechan para poner palabras desconcertantes tipo: ETERNITE; DEMENCY; TOMORROW EAT BREAD. Que hacen que más que un elástico, parezca una marquesina neoyorkina de publicidad) tampoco me convenza por que para una persona sin un gramo de grasa está muy bien, pero para quienes somos normales la marquesina empieza a enrollarse sobre si misma.

A esto que mientras miro, escucho a una pareja de dependientes, orco y orca (por que a los dos les ves de lejos y dices vale, pero te acercas y dices joooder) hablar. El orco, con una actitud super creía, como si no pudiera vivir del acoso sexual que causa su imponente fisico, le contaba a su compañera mientras doblaban algo sobre que en su anterior trabajo habia un viejo que le roneaba y se le insinuaba sexualmente varias veces a la semana, hasta que le soltó una y ya paró. La orca le escuchaba atentamente.

A esto, se marcha el orco quedándose su compañera. Le pregunto a ella si hay determinados calzoncillos. Me dice que no. Al rato, por mi indecisión, la pregunto si se pueden descambiar y brevemente intento hacer comprender mi situación hablando escrupulosamente. Entonces ella me responde vagamente adoptando una postura como de: -Uff ya me están acosando sexualmente, ¡Oj! que pesados...- Y yo con la cabeza dando vueltas, por que hacia calor, habia mucha gente, llevaba tiempo ahi buscando... pensando: -Tia eres un troll. Te pregunto esto por que estás en la zona y son temas relacionados con esa parte de la anatomía masculina. Relájate que ni con una vara de 3 metros te voy a tocar- Lamentablemente tuve que preguntarla un par de veces más, mientras ella creaba un ambiente súper incomodo e irreal. 

Ya opté por buscarme la vida por mi cuenta, y acabé encontrando un cestillo de prendas por unidad, gracias a la cual pude comprarme por 1€ una sola prenda y testar así si me valía o no, esos nuevos modelos con resultado positivo. Una semana después pude comprarme un lote de cinco calzoncillos valedores.

¡Madre mia lo que hay que hacer y aguantar para comprar unos calzoncillos!


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